Belkis Cuza Malé
Un amigo me dijo una vez que todo hogar es una iglesia. Y tiene razón. Cada hogar es una iglesia, donde vive Dios. Pero fíjense bien, él

Sin embargo, para que podamos entender bien la diferencia entre vivir en una casa y vivir en un hogar, les pediré que se contesten ustedes mismos estas preguntas: primero que nada, pregúntese si se sienten

Este conjunto de cosas son las que le dan vida a un hogar. Y lo vemos más que nada en días festivos, como la Nochebuena, la Navidad, los cumpleaños y otras celebraciones. Son los momentos deliciosos que aportan la energía familiar, esos dulces momentos en que todos se reunen a celebrar, llenos de euforia y amor filial.
Hace varias décadas, los líderes sindicales luchaban por arrancarle a los patrones contratos que estipularan no más de cuarenta horas semanales de trabajo, de modo que no hubiera abusos y pudieran descansar lo suficiente como para reponer fuerzas. Sin embargo, hoy resulta todo lo contrario, la gente quiere trabajar 50 y 60 horas semanales, se buscan hasta tres empleos intentando ganar más. Y así poder comprar más, y luego tirar a la basura y volver a comprar. Comprar lo que se necesita y lo que no. Comprar por gusto, para satistacer un vacío existencial y espiritual muy grande, como el de los drogadictos, y los borrachos. De ahí que ya no se piense en darle calor al hogar, sino al bar, a la cantina, a los stadiums, a los sitios de entretenimiento salpicados de vanalidades y superficialidad. Con la gente fuera de la casa más tiempo de lo normal, la familia ha comenzado a desintegrarse.
"A menos que el Señor construya la casa, los constructores

A menos que usted haya decidido construir un hogar y no una casa, puede confiar en que no hay banco, ni demonio que pueda robarle la paz, porque Dios es Amor y lo protege, como dice el Salmo 91. Un hogar es también eso que nos dice el salmista: "El que habita al abrigo del Altísimo/ Morará bajo la sombra del Omnipotente".
Nota: Si necesitan ayuda con sus problemas, si están deprimidos, faltos de amor, solos,
sin trabajo y esperanza, por favor, comuníquense conmigo a cualquier hora al (786) 975-5709 y oraré con ustedes. O enviénme un mensaje a BelkisBell@Aol.com. Con Dios todo es posible.
Les invito a que me visiten en mi blog: http://www.belkiscentrodeesperanza.blogspot.com/
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