domingo, 25 de diciembre de 2011


LA TIENDA DE REGALOS DONDE VENDEN SONRISAS POR NAVIDAD
 
Belks Cuza Malé
 
 
    Me hubiera gustado vivir en Belén en los días en que iba a nacer el Mesías con sus Buenas Nuevas.  Me hubiera gustado mirar a lo alto y descubrir ese lucero que guiaría a los tres Reyes Magos con sus preciosos regalos. Me hubiera gustado ser uno de esos pastorcitos que merodeaban alrededor del pesebre, y vigilar el sueño del bebé.
   ¿Pueden ustedes imaginar la escena: un parto en aquellas condiciones, en una cueva o pesebre, compartido con los animales?  Hasta esa localidad habían huido los aterrados padres de Jesús ante la amenaza que se cernía sobre todos los recien nacidos, decretada por uno de los mayores asesinos de la historia. Durante ese tiempo, miles de niños recien nacidos fueron sacrificados ante el miedo de que fuese a nacer el Mesias.  El Rey Herodes, cruel como muy pocos, no pudo sin embargo lograr que los Reyes Magos le informaran dónde estaba el Niño Jesús.
    Pero los siglos han pasado, y Belén es hoy una ciudad visitada por turistas, habitada por  árabes, cristianos y judíos que conviven, o mal conviven, en zona no muy estable, como sabemos, debido a confrontaciones bélicas en todos esos territorios. Aunque sigue siendo, por supuesto, un sitio de obligada reverencia por los cristianos todos.
    No dejo, sin embargo, de pensar en ese nacimiento de Jesús, en los parajes que rodeaban su llegada al mundo y en lo hermoso de su mensaje.  Jesús, el Hijo de Dios, naciendo en un pesebre, él, un reyecito inmortal.  Todavía algunos no han entendido su mensaje, todavía otros no lo han aceptado en su corazón, como esa estrella que ha de guiarnos hacia el Reino de los Cielos.  Un reino que estaba llamado a ser no sólo morada después de la muerte, sino paraiso en la tierra. 
    Aquí. esperando el nacimiento de Jesús me asomo a mi puerta y contemplo con alegría los adornos en puertas y ventanas vecinas, las luces de los árboles que veo a través de los cristales de las casas, enormes árboles alumbrando también el camino de Belén, hacia el pesebre, hacia la cunita del verdadero Rey, el Hijo de Dios.
    Muchos se vuelcan en las tiendas para las compras navideñas, buscan rebajas, gastan los pocos ahorros en objetos destinados a regalos.  Y está bien, es hermoso dar aunque se tenga poco o nada, pero más hermoso es dar en Nombre de Jesús. Cualquier cosa es buena y bendecida: desde un lujoso regalo (para los que disponen de los medios) hasta una sonrisa llena de amor por el prójimo. Dar es recibir.  Y una sonrisa es también un rayo de amor y de luz que viaja a velocidades infinitas al corazón de la otra persona.
    Se me ocurre que me gustaría tener una tienda donde se vendan sonrisas.  Sonrisas para celebrar la llegada de Jesús a la Tierra, envueltas en villancicos, con campanitas redoblando la buena energía del mensaje, con lazos rojos adornando las cajitas de regalos.
    Regale una sonrisa en Nochebuena mientras espera por el nacimiento del Mesías, y disfruta de la cena en compañía de sus seres queridos. Una sonrisa llena de amor y compasión, a la hora de los ricos postres, del café o el té que acompañe la cena.  Y cuando den las doce recuerde en sus oraciones al Niñito Jesús y felicítelo porque va a cumplir 2011 años y sigue siendo un bebé maravilloso, que ha venido a la Tierra con el único propósito de llevarse todos nuestros pecados, tomarnos de la mano y enseñarnos a vivir la única vida posible, la vida del amor y la paz.
    De modo que el día de Navidad, reunidos junto al árbol, abra los regalos y no deje de dar gracias a Dios, a ese Niño Jesús que en su nombre se siguen haciendo todos los milagros cotidianos.
    ¿Ya abrió ese regalo especial, esa linda cajita que atesora una sonrisa para usted? Es mi regalo para cada uno de ustedes, queridos lectores, queridos amigos.
       !Feliz Navidad y muchas bendiciones!!!
 
Nota: Si necesitan ayuda con sus problemas, si están deprimidos, faltos de amor, solos, sin trabajo y esperanza, por favor, comuníquense conmigo a cualquier hora al  (786) 975-5709  y oraré con ustedes. Y les daré Palabra de Profecía. O enviénme un mensaje a BelkisBell@Aol.com. Con Dios todo es posible.
Les invito a que me visiten en mi blog: http://www.belkiscentrodeesperanza.blogspot.com
 
 
!¿Será verdad “La teoría de las ventanas rotas”?!
Belkis Cuza Malé
Desde pequeña solía ver a las dependientas de las tiendas vestidas y arregladas como si su lugar de trabajo fuese el centro del mundo, y ellas, celebridades atendiendo con delicadeza y devoción su profesión de vendedoras.  Se vestían y maquillaban con el mayor esmero y pulcritud.  Y yo hubiera jurado que habían ido a peinarse al salón antes de entrar a la tienda.  Eran sencillamente exquisitas y la mayoría de las veces no tan jóivenes ni tan bellas como pudiera pensarse. Eran sencillamente ellas, amando lo que hacían.
Hoy día, sin embargo, lo que observamos en las tiendas es más que deprimente: las vendedoras andan desgreñadas, mal vestidas, y peor peinadas y sin maquillaje alguno. No hay que ir muy lejos: Walmart es un buen ejemplo de lo que digo. ¿y por qué han cambiado las cosas? ¿Qué ha sucedido? No quiero ser yo la que les explique, solamente les pido que conitnuen leyendo y verán por ustedes mismos qué sucede cuando alguien en una barriada, en un hogar o en una tienda, viola las reglas y se rompe una ventana, en este caso, la ventana simbólica que dará pie a algo parecido a lo  que la religiosa Mary Baker Eddy llamaba "el error". Es decir, la mente ha comenzado a crear la realidad, pero una realidad fea, pecadora.
    Paso, pues, a copiarles aquí este texto que me envió un amigo y que considero formidable para explicarnos muchas cosas, entre ellas, la situación de las sociedades de América Latina y las zonas más deprimentes del mundo. La teoría de "Las ventanas rotas" debe ser estudiada por todos y analizada: ¿tenemos ventanas rotas en nuestra cuadra o dentro de nuestras viviendas? He aquí el texto:
"En 1969, en la Universidad de Stanford (EEUU), el Prof. Philip Zimbardo realizó un experimento de psicología social. Dejó dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y hasta color. Uno lo dejó en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York y el otro en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California. Dos autos idénticos abandonados, dos barrios con poblaciones muy diferentes y un equipo de especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada sitio.
Resultó que el auto abandonado en el Bronx comenzó a ser vandalizado en pocas horas. Perdió las llantas, el motor, los espejos, el radio, etc. Todo lo aprovechable se lo llevaron, y lo que no, lo destruyeron. En cambio el auto abandonado en Palo Alto se mantuvo intacto.
Es común atribuir a la pobreza las causas del delito. Atribución en la que coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras, (de derecha y de izquierda). Sin embargo, el experimento en cuestión no finalizó ahí, cuando el auto abandonado en el Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto llevaba una semana impecable, los investigadores decidieron romper un vidrio del automóvil de Palo Alto, California. El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el Bronx de Nueva York y el robo, la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo al mismo estado que el del barrio pobre.
¿Por qué el vidrio roto en el auto abandonado en un vecindario supuestamente seguro es capaz de disparar todo un proceso delictivo?
No se trata de pobreza. Evidentemente es algo que tiene que ver con la psicología, el comportamiento humano y con las relaciones sociales.
Un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, de desinterés, de despreocupación que va rompiendo códigos de convivencia, como de ausencia de ley, de normas, de reglas, como que todo vale nada. Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y multiplica esa idea, hasta que la escalada de actos, cada vez peores, se vuelve incontenible, desembocando en una violencia irracional.
En experimentos posteriores (James Q. Wilson y George Kelling) desarrollaron la 'teoría de las ventanas rotas', misma que desde un punto de vista criminológico concluye que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores.
Si se rompe un vidrio de una ventana de un edificio y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás. Si una comunidad exhibe signos de deterioro, y esto es algo que parece no importarle a nadie, entonces allí se generará el delito. Si se cometen 'esas pequeñas faltas' como estacionarse en lugar prohibido, exceder el límite de velocidad o pasarse una luz roja y estas pequeñas faltas no son sancionadas, entonces comenzarán a desarrollarse faltas mayores y luego delitos cada vez más graves.
Si los parques y otros espacios públicos son deteriorados progresivamente y nadie toma acciones al respecto, estos lugares serán abandonados por la mayoría de la gente (que deja de salir de sus casas por temor a las pandillas),  y esos mismos espacios abandonados por la gente, serán progresivamente ocupados por los delincuentes.
La respuesta de los estudiosos fue más contundente aun, indicando que; ante el descuido y el desorden crecen muchos males sociales y se degenera el entorno.
Tan solo vea un ejemplo en casa, si un padre de familia deja que su casa tenga algunos desperfectos, como falta de pintura de las paredes en mal estado, malos hábitos de limpieza, malos hábitos alimenticios, malas palabras, falta de respeto entre los miembros del núcleo familiar, etc., etc., etc., entonces poco a poco se caerá en un descuido de las relaciones interpersonales de los familiares y comenzarán a crear malas relaciones con la sociedad en general y quizá algún día llegarán a caer  en prisión.
Esa puede ser una hipótesis de la descomposición de la sociedad, la falta de apego a los valores universales, la falta de respeto de la sociedad entre sí, y hacia las autoridades (extorsión y soborno) y viceversa, la corrupción en todos los niveles, la falta de educación y formación de cultura urbana, la falta de oportunidades ha generado un país con ventanas rotas, con muchas ventanas rotas y nadie parece estar dispuesto a repararlas.
La teoría de las ventanas rotas fue  aplicada por primera vez a mediados de la década de los 80 en el metro de Nueva York, el cual se había convertido en el punto más peligroso de la ciudad. Se comenzó por combatir las pequeñas transgresiones: graffitis deteriorando el  lugar, suciedad de las estaciones, ebriedad entre el público, evasiones del pago del pasaje, pequeños robos y desórdenes. Los resultados fueron evidentes..
Comenzando por lo pequeño se logró hacer del metro un lugar seguro.
Posteriormente, en 1994, Rudolph Giuliani, alcalde de Nueva York, basado en la teoría de las ventanas rotas y en la experiencia del metro, impulsó una política de 'tolerancia cero'.
La estrategia consistía en crear  comunidades limpias y ordenadas, no permitiendo transgresiones a la ley y a las normas de convivencia urbana.
El resultado práctico fue un enorme abatimiento de todos los índices criminales de la ciudad de Nueva York.
La expresión 'tolerancia cero' suena a una especie de solución autoritaria y represiva, pero su concepto principal es más bien la prevención y  promoción de condiciones sociales de seguridad.
No se trata de linchar al  delincuente, ni de la prepotencia de la policía; de hecho, respecto de los  abusos de autoridad, debe también aplicarse la tolerancia cero.
No es  tolerancia cero frente a la persona que comete el delito, sino tolerancia cero frente al delito mismo. Se trata de crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley y de los códigos básicos de la convivencia social humana.   
Es bueno volver a leer esta teoría y de paso difundirla". 
    Espero comiencen a reparar sus ventanas rotas, queridos lectores.
Nota: Si necesitan ayuda con sus problemas, si están deprimidos, faltos de amor, solos, sin trabajo y esperanza, por favor, comuníquense conmigo a cualquier hora al  (786) 975-5709 begin_of_the_skype_highlighting            (786) 975-5709      end_of_the_skype_highlighting  y oraré con ustedes. O enviénme un mensaje a BelkisBell@Aol.com. Con Dios todo es posible.